La alta demanda de seguridad por parte de los diferentes sindicatos ha ido in crescendo en los últimos tiempos. Esto ha generado el incremento en el uso de los cascos de protección para los diferentes puestos de trabajo. Debido a ello no solo nos encontramos con este tipo de EPIs en las obras, sino también, en otros puestos de trabajos que suponen cierto riesgo.
Objetivo del casco de seguridad
El principal objetivo del casco de seguridad es proteger a la persona de cualquier golpe en la cabeza debido a caída de objetos contundentes, reduciendo al máximo el impacto y de esta manera poder garantizar la seguridad del trabajador.
En el año 1933 en Estados Unidos, es la primera vez que surge esta necesidad, durante la construcción del puente Golden Gate. Los trabajadores se dieron cuenta del riesgo que corrían al exponerse a la caída de los metales desde tal altura y desde entonces se empezó a utilizar en las obras de construcción los cascos de seguridad.
Los primeros ejemplares de estos cascos estaban hechos de aluminio, por lo que eran muy rígidos e incómodos, pero cumplían con su función principal, proteger la integridad física del trabajador ante la gran cantidad de riesgos a los que estos estaban expuestos.
La evolución de los cascos de protección
Bullard Company fue la primera empresa que patentó el casco de seguridad en el año 1919, éste estaba hecho de lona al vapor, pegamento y pintura de color negro. Este casco era muy parecido a los cascos militares de la época, ya que fueron la inspiración que motivó a diseñar el casco de seguridad laboral. Para el año 1938 los cascos de seguridad estaban siendo fabricados de aluminio y para el 1940 se empezaron a fabricar de fibra de vidrio, eliminando rigidez y disminuyendo la incomodidad.
Hoy en día la mayoría de los cascos están hechos de Polietileno de Alta Densidad (HDPE), un plástico Tipo 2 que permite su reciclaje. Actualmente, la mayoría de las carcasas se fabrican en acrilonitrilo butadieno estireno (ABS), sus almohadillas interiores se fabrican principalmente en espuma de poliestireno expandido de alta densidad, y las cintas son de poliéster, las hebillas están fabricadas en poliamida de alta tenacidad o en POM (polioximetileno).
Razones para llevar el casco
Durante el periodo del año 2021, según cifras de unos de los sindicatos nacionales (UGT), la cantidad de accidentes graves que se registraron su cifra asciende a los 235 en toda España, de estos accidentes graves fallecieron 24 personas, 14 más que durante el año 2020. Gracias a los cascos de seguridad y los demás EPIs el índice de mortalidad en los accidentes laborales se ha visto reducido considerablemente.
El uso de los cascos por colores
Los trabajos que requieren cascos de protección varían en función tanto del trabajo como del cargo del trabajador. Esto está estipulado por ley de la siguiente forma:
- El casco color rojo es usado por los trabajadores del cuerpo de bomberos y también por los equipos de rescate de Cruz Roja.
- El casco color amarillo es usado por trabajadores y operadores de movimientos de tierra.
- El casco color azul es usado por trabajadores en el área de la electricidad, carpinteros y operadores técnicos, además de los becarios en las obras.
- El casco color blanco es usado por los arquitectos, ingenieros, gerentes, supervisores y capataces.
- El casco color gris es usado por los visitantes del sitio.
- El casco color naranja se utiliza para los obreros de carreteras.
- El casco color verde es usado por Oficiales de seguridad, higiene o servicios médicos.
Si tienes dudas sobre cuál es el casco más adecuado según el tipo de trabajo que desempeñas y quieres adquirirlo al mejor precio, entra en nuestra tiene online aquí. (https://mayper.net/categoria-producto/proteccion/cabeza/cascos/)
La importancia del mantenimiento
Siempre que pensamos en un casco de seguridad, creemos que con utilizarlo adecuadamente es suficiente, pero nada más lejos de la realidad debido a que existen unos niveles de calidad y mantenimiento que no pueden ser ignorados.
Si se desea cuidar la integridad física de la persona lo máximo posible, estos estándares son los siguientes:
- El casco no puede tener grietas, agujeros, abolladuras, rotura de arnés y o deformaciones que impliquen una mala adaptación del casco en la cabeza de la persona.
- Es obligatoria la sustitución del casco al cumplir 10 años desde la fecha de fabricación.
- No debe crujir el casco al apretar el arnés.
- El casco debe tener certificado CE.